Dar pecho es una de esas tantas emociones que se viven en el embarazo, pues es un proceso muy íntimo, muy natural entre la mamá y el bebé. No obstante, es necesario conocer algunas técnicas de amamantamiento en la lactancia para hacerlo más sencillo y cómodo.
En la práctica, no hay una posición única que sea perfecta para lactar al bebé todo el tiempo, siempre será conveniente conocer y aplicar algunas posturas que te eviten sufrir de dolor en los pezones o no generar malestar a tu bebé en su estómago.
Teniendo esto en consideración, en B'femme te daremos algunos tips para adoptar una correcta técnica de lactancia materna. ¡No te las pierdas!
Técnicas de amamantamiento
Para una lactancia exitosa es necesario aplicar una serie de pasos que, no solo te permitirá mantener la producción y suministro adecuado de leche; también te ayudarán a evitar la aparición de grietas, dolor en los pezones o la incorrecta alimentación del bebé.
Por ello, y basándonos en las técnicas de amamantamiento UNICEF, es importante adoptar una postura cómoda para que, tanto tú como el bebé, se sientan cómodos mientras este último se alimenta.
Es normal que las madres se enfoquen en la adherencia del lactante, descuidando su postura. Lo que hay que tener en consideración es que esto podría causarle lumbalgia, contracturas musculares, entre otras molestias.
Ahora bien, para lograr ejecutar bien las técnicas de lactancia materna, tu bebé debe estar alineado con tu vientre y con su cabeza apoyada en el antebrazo; es decir, más abajo que en la postura clásica.
Posiciones de lactancia materna
Posición sentada clásica (Posición de cuna)
Para esta posición se debe colocar al bebé con su cuerpo pegado y alineado al de la madre, sujetándolo con la mano en su espalda. De esta manera se logra apoyar la cabeza en el antebrazo, evitando que llegue al codo e impidiendo que el cuello se flexione (si esto sucede, se dificulta el agarre).
Con esta técnica, también se puede apoyar al bebé sobre un cojín de lactancia, para así ejercer un mejor control y obtener mayor comodidad para ambos.
Posición acostada
Se trata de una de las posiciones de amamantamiento más recomendadas para los primeros días de lactancia y las tomas nocturnas.
Aquí la madre se acuesta de lado con el bebé, que debe tener su cuerpo pegado hacia el cuerpo de la mamá. Cuando el lactante abre la boca, ella debe acercarlo hacia su pecho, sosteniéndolo por la espalda con delicadeza para facilitar el agarre.
Posición invertida (o de balón de rugby)
Es la posición más indicada para amamantar a bebés prematuros y gemelos. Comienza situando al bebé por debajo de la axila de la madre, direccionando el tronco y las piernas hacia atrás, mientras que la cabeza queda a nivel del pecho y el pezón a la altura de la nariz.
Es vital permitir un buen agarre, tanto al cuello como a los hombros del bebé, más no a la cabeza. Esto se debe a que el cuello debe estar un poco estirado hacia atrás para facilitar la toma.
Posición de caballito
Es una postura muy útil en casos de reflujos gastroesofágicos, grietas, labio leporino, mandíbula pequeña, problemas de hipotonía o de bebés prematuros. El lactante se sienta en una de las piernas de la mamá y se alimenta en el seno del mismo lado, mientras su madre le sostiene la cabeza con la mano.
¿Cómo saber si hubo agarre correcto del pecho?
La evidencia de que hubo un buen agarre en la lactancia materna es que el mentón del lactante toca el pecho mientras que la boca permanece abierta, abarcando la mayor proporción de la areola. Además, los labios del bebé están hacia fuera y las mejillas se ven más redondas cuando succiona. Si el bebé ha logrado sujetarse bien, la lactancia no debería doler.
Conclusión
Ahora que ya conoces las técnicas de amamantamiento correctas, te invitamos a que las pongas en práctica y le brindes a tu bebé un proceso de lactancia materna sano y feliz para ambos.
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